Algodón orgánico
Esas bolitas esponjosas blancas de algodón que se convierten en la tela de la que se hacen nuestras prendas, proviene de una planta…
La mayoría (99%) de algodón que se utiliza en la industria textil, se cultiva usando fertilizantes químicos, pesticidas, abundante agua, mecanización intensiva y luego para convertirlo en telas se utilizan prácticas manuales y mecánicas nocivas para la salud.
En cambio, el cultivo de algodón orgánico se hace mediante prácticas agroecológicas, con semillas no alteradas transgénicamente y con ayuda de abonos animales, no se utilizan fertilizantes ni pesticidas químicos. Los sistemas de producción orgánica son respetuosos porque reponen y mantienen la fertilidad del suelo local, obteniendo una materia prima pura en la que conseguimos una tela que no produce reacciones alérgicas en la piel.
Aunque todo el proceso del algodón orgánico es complejo, se está trabajando en usar técnicas y metodologías para incrementar la productividad de esas plantaciones. En él encontramos una gran alternativa al algodón convencional y entre sus beneficios destacan:
Bajo impacto en el medio ambiente.
Cuida la salud del suelo.
Menos consumo de agua.
Mejora de la biodiversidad.
Utiliza la tierra de manera responsable.
Calidad en la fibra.
Promueve el trabajo digno y saludable para las personas.
Existen certificados que nos ayudan a saber como se ha producido un determinado algodón, siguiendo una serie de principios y procesos productivos sostenibles. En OVER hemos seleccionado aquellos que están en sintonía con nuestro compromiso de sostenibilidad.
Esta es una manera de asegurarnos de que nuestra materia prima es realmente algodón orgánico, producido de manera sostenible y usando prácticas laborales dignas.